lunes, 29 de junio de 2009
Llamador de angel
El llamador de ángel es un colgante muy sencillo, una bola lisa de plata con pequeños trozitos de plata dentro que hacen que al moverlo suene como una especie de cascabel. Se dice que cuando necesitas energía o estas decaído haces que suene y tu ángel de la guarda viene a ti para ayudarte. Normalmente y desde hace muchos años se les regala a las embarazadas para que lo lleven al cuello en una cadena lo suficientemente larga para que el sonido se escuche en la barriga, se dice que al nacer el niño cuando esta tomando el pecho o en la cuna, oye el tintineo y se relaja al ser un sonido familiar que lo acompaño durante la gestación.
Como todo es tener fe, y querer creer en algo cuando lo necesites, a mi personalmente me encanta el sonido que hace, ya que es muy relajante, no como un sencillo cascabel. Hoy en día hay de diferentes formas, colores, tallados, de varios tamaños, Pero yo prefiero el liso y no muy grande, para poder llevarlo sin llamar la atención y no alterar el sonido con decoraciones. Buscando información, he encontrado esta historia que relata como se creo el primero, claro, siempre de forma mística.
Los duendes son seres mitológicos elementales de la naturaleza, guardianes de los bosques y sus habitantes, siendo su rey según la mitología celta, Oberón. Son seres muy populares en la mitología celta y nórdica y pertenecen a la misma familia que los Elfos, Hadas y Trols. Existen Elfos de luz y Elfos de oscuridad, los Trols, sin embargo son duendes malignos, enemigos de la raza humana. Los duendes son expertos en las ciencias ocultas, pero su magia no alcanza a quien tenga un trébol de cuatro hojas o una imagen de San Patricio, por haber sido el que les desterró de la Casa de Dios. Hay duendes traviesos que pueden hacerte la vida imposible y duendes buenos que ayudan en secreto a los seres humanos. Y, según cuenta la leyenda, hace miles de años un grupo de estos duendes buenos tuvieron que huir del bosque donde vivían en busca de un lugar alejado del peligro que les asechaba. Pero gracias a su amistad con los ángeles, éstos les obsequiaron con un colgante con una bola que tenía dentro unas pequeñas campanillas como símbolo de protección. Los ángeles les dijeron que cuando se sintieran en peligro o desprotegidos, agitaran la bola y al oír las campanillas los ángeles acudirían en su ayuda. Sólo pusieron una condición, que era de uso personal y nunca podrían prestarlos, porque si lo hacían, la magia desaparecería y su protección con ella. Los duendes llamaron a esta bola “llamadores de Ángeles”.
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