Llega un momento en la vida de cualquier pareja que se quiera independizar en la que por una razón o por otra acaba pasando por el ikea. Yo he ido varias veces desde que tengo el piso, pero en este puente de la Inmaculada fuimos con un reto personal, conseguir lo indispensable para terminar de hacer habitable el piso.
Llegamos allí a las 10 am con una furgoneta alquilada y el animo de saber lo que queríamos (gracias a sabernos el catalogo y la pagina web de memoria) salíamos de allí cerca de las 18 pm, sin dinero en los bolsillos, cansados a reventar y olvidandonos de algunas cosas (muy pocas). Y desde aquí quiero romper una lanza a favor del equipo ikea, nos trataron super bien, avisándonos de las cosas que estaban quedandose sin stock para que fuéramos pitando a por ellas(si , hicimos 3 veces la cola a consecuencia de esto). Invitándonos a un perrito y un refresco por tenernos mas de 9 minutos en una cola de atención al cliente, y a última hora con colas kilométricas ofreciendo agua y galletas gratuitas a la gente que estábamos haciendo cola.
A día de hoy, mi piso es un montón de cajas con muebles esperando a ser montados. Pero tengo la satisfacción de decir, que hemos conseguido amueblar el piso tal y como somos nosotros, y al montar uno mismo bastantes muebles apreciamos mas el esfuerzo de sacar hacia adelante un proyecto común y personal.
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