Después de esa gran purificación del agua de lluvia baje de nuevo a mi habitación, dispuesta a poner todas las cosas en su sitio, desprenderme del pasado, que ya no quería se convirtiera en mi futuro. Lo primero, firmar el papel, ¿donde estaba?, ¿no lo había dejado encima de la mesa? Ah ya! en la carpeta azul, al abrir la carpeta cayó un papel al suelo.
“me gustaría ser lágrima, para nacer en tus ojos, resbalar por tu mejilla y morir en tus labios. Ha sido la semana mas maravillosa de mi vida. Te quiero”
Una lágrima, quería ser una lágrima, como la que nacía ahora de mis ojos, como las que había provocado tantas veces. Como se pudieron doblar tanto las cosas después de esa primera semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario